¿Qué es el melasma?
El melasma se caracteriza por la aparición de placas de pigmentación marrón oscuro en áreas de la piel expuestas al sol, principalmente en la cara. Estas áreas manchadas son evidentes como parches de pigmentación oscura en la piel. El diagnóstico suele realizarse mediante examen cutáneo por parte de médicos. El tratamiento implica medidas de protección solar y el uso de cremas para aclarar la piel. La causa principal del melasma se atribuye a una producción excesiva de melanina. Los melanocitos, células especializadas de la piel, son responsables de esta producción de melanina.
La hiperpigmentación, o exceso de pigmento en la piel, es comúnmente asociada con el melasma. Este trastorno suele manifestarse durante el embarazo, conocido como la «máscara del embarazo», y en mujeres que toman anticonceptivos orales, aunque puede afectar a cualquier persona. Es más prevalente en personas de piel oscura y suele persistir por más tiempo en este grupo. Sin embargo, aproximadamente el diez por ciento de los casos ocurren en mujeres no embarazadas y en hombres con piel oscura.
El melasma se ve influenciado por la exposición solar, siendo las personas que pasan mucho tiempo al sol las más propensas a desarrollarlo. Otros factores de riesgo incluyen trastornos tiroideos autoinmunitarios y ciertos medicamentos que pueden aumentar la sensibilidad de la piel a los efectos de la luz solar.
¿A quienes afecta?
El melasma afecta a un amplio espectro de la población, siendo una condición muy común que impacta a millones de personas en todo el mundo, según la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Su prevalencia varía considerablemente, oscilando entre el 1,8% y el 40%, dependiendo del grupo demográfico estudiado.
Se observa con mayor frecuencia en personas con fototipos de piel III o IV, es decir, de piel más oscura. Según la revista Medicina de Familia Andalucía de la Sociedad Andaluza de Medicina Familiar y Comunitaria (SAMFyC), aproximadamente el 90% de los casos son mujeres, aunque en los últimos años ha habido un aumento en el porcentaje de hombres afectados por el melasma.
El melasma tiende a afectar principalmente a mujeres de mediana edad con piel oscura y puede estar relacionado con el embarazo, el uso de anticonceptivos hormonales y la terapia hormonal sustitutiva en la menopausia.
Tipos de melasma
Existen diferentes tipos de melasma, los cuales varían según la profundidad de la pigmentación. Estos tipos incluyen:
1. Melasma epidérmico: Afecta la capa más superficial de la piel y se caracteriza por una hiperpigmentación marrón con bordes bien definidos.
2. Melasma dérmico: Afecta las capas más profundas de la dermis y se manifiesta con manchas de color azul grisáceo.
3. Melasma mixto: Se presenta como una combinación de melasma epidérmico y dérmico, mostrando pigmentación pardo grisácea. Debido a la profundidad de los pigmentos en la dermis, el tratamiento de estos tipos de melasma puede ser más desafiante.
Además, existe el cloasma, un tipo específico de melasma que aparece durante el embarazo debido a cambios hormonales.
El melasma y su relación con el embarazo
Se refiere a las manchas que son más oscuras o tienen un tono más elevado que el color normal de la piel. Una de las principales causas detrás de su aparición está vinculada al embarazo. Durante este período, el cuerpo experimenta cambios hormonales significativos que pueden desencadenar la formación de manchas más prominentes. El melasma afecta principalmente a las mujeres y tiende a manifestarse en áreas específicas del rostro.
El melasma puede ser influenciado por varios factores:
¿Cómo tratar el melasma?
Fotoprotección solar: El uso de protector solar de amplio espectro (UVB+UVA) puede prevenir el melasma y mejorar la eficacia de otras terapias. Se recomienda que el fotoprotector contenga filtro para la luz visible.
Maquillaje corrector: Productos con alta capacidad cubriente pueden ayudar a camuflar el melasma como parte del tratamiento. Se debe elegir un tono adecuado.
Tratamientos tópicos blanqueantes: Estos tratamientos interfieren en la formación del pigmento en los melanocitos y son efectivos para melasma en las capas superficiales de la piel.
Peelings químicos y exfoliantes: Constituyen una opción de tratamiento adicional que puede combinarse con otros tratamientos blanqueantes.
Láser y luz pulsada: Se utilizan en casos graves como terapia de tercera línea, pero pueden conllevar riesgo de hiperpigmentación posterior.
Microdermoabrasión: Esta técnica de exfoliación elimina las capas superficiales de la piel para permitir la formación de una nueva.
Es importante tener en cuenta que algunos casos pueden requerir suspender medicamentos hormonales que podrían estar contribuyendo al problema. El tratamiento puede durar alrededor de seis meses y los resultados suelen comenzar a apreciarse después de las primeras dos o cuatro semanas. Sin embargo, es posible que las manchas no desaparezcan por completo y que vuelvan a aparecer si no se utiliza protección solar diaria.
Es relevante que los pacientes comprendan que no hay una solución rápida y mágica para eliminar las manchas en la piel, y que los resultados no son inmediatos. Es crucial seguir las indicaciones del especialista de manera estricta durante todo el tratamiento. Esto implica protegerse adecuadamente de la radiación solar, evitar la exposición a la luz y seguir el régimen de medicamentos prescrito.
Con la variedad de opciones de tratamiento disponibles y una adherencia adecuada al plan recomendado, es posible reducir eficazmente estas manchas en la piel, lo que contribuye a restaurar la confianza en la salud y la apariencia de la piel.
Bibliografía
https://www.topdoctors.es/diccionario-medico/melasma
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000836.htm
https://sevilla.abc.es/estilo/bulevarsur/noticias/belleza/